A finales de 1972, en todo iberoamérica, el cantante “BETO ORLANDO con Los Cuatro Soles” se encontraba en lo más alto de la cumbre del éxito.
En esos momento, yo era el cantante y guitarrista del conjunto local platense “Grupo Hierba”, que además estaba integrado por Raúl Gagiotti, creador, propietario del grupo y organista, Alberto Camiña, baterista y Luis Basualdo, bajista, todos de La Plata.
Uno de esos días, Raúl me comentó que Beto Orlando le había propuesto que se incorporara a Los Cuatro Soles, como organista. La respuesta de Raúl fue que aceptaba, con la condición de que el resto de los integrantes de “Grupo Hierba” fuéramos con él. Su condición fue aceptada y así, al inicio de 1973, pasamos a ser músicos de Beto Orlando, con el nombre de “Los Cuatro Soles”.
La consecuencia del cambio fue que “Grupo Hierba” desapareció, yo dejé de ser cantante para pasar a ser guitarrista, de ser un grupo local pasamos a ser un grupo con proyección nacional e internacional, artistas de EMI-ODEON, a tener un representante artístico, Manuel Sigüenza, a tener actuaciones continuas y programadas de un modo que desconocíamos, a realizar giras artísticas por toda Argentina, Bolivia, Uruguay.
Ser músico de Beto Orlando, para mi vida artística significo la segunda gran evolución musical y profesional incuestionable. También fue la causa por la cual deje de trabajar y de cursar el primer año de Derecho que en aquellos momentos ya había iniciado, debido al intenso ritmo de grabaciones, giras, actuaciones, radio, televisión, etc.
A mediados de 1973, EMI-ODEON, lanza a Beto como solista y a "Los Cuatro Soles" como grupo.
Salio al mercado el primer Long-Play de “Los Cuatro Soles” con doce canciones, todas interpretadas por mi.
Grabamos los instrumentos base, algo de percusión y arreglos sencillos, la idea fue que nuestras actuaciones en público, sonaran igual que la grabación, cosa que se logró. Las doce canciones pertenecían a distintos autores y todas fueron cantadas por mí. Se eligió la canción de Eduardo Sisterna, “Mírame con tus ojos color marrón” para abrir el mercado y se acertó, fue un gran éxito en toda Latinoamérica.
El sistema de producción de aquélla época era Grabar las doce canciones, de ellas se seleccionaban dos, la que se consideraba éxito como Lado A y otra cualquiera como Lado B, se editaban en un disco de 45 rpm y el simple se lanzaba al mercado. Si todo marchaba bien, a los pocos meses se repetía la operación y dependiendo de las ventas de este último, se lanzaba el Long-Play.
Los casi dos años que estuve con “Los Cuatro Soles” fue como vivir un sueño donde la magia de la música todo lo podía y no había nada que me pareciera imposible. En aquéllos momentos sentí que la música y el canto se habían apropiado de mi vida para siempre y así fue.